Leonardo Lesci, creador de Hurí, una editorial coloniense, no solo se dedica a desarrollar e investigar material escrito, sino que también a guiar, revisar contenido de otros escritores y publicar libros. Además de todo eso, da clases de literatura en el Liceo de Colonia y también de Teoría literaria y Literatura uruguaya en el Centro Regional de Profesores del Suroeste
Cuéntanos cuándo comenzó tu amor por la literatura?
Me parece que en cuarto de liceo. Había un taller literario al que empecé a ir y también a escribir. En ese momento había escrito un cuento que se llamaba “Manuscrito” y que dicho sea de paso estaba escrito a mano. El asunto es que en ese momento perdí esos papeles. Intenté escribirlo de nuevo pero nunca pudo ser el mismo. Creo que mi amor por la literatura viene de ese tipo de intentos por recuperar lo perdido.
Dónde estudiaste?
En varios sitios. A nivel formal empecé en el Centro Regional de Profesores de Colonia del Sacramento. Luego continúe en Facultad de Humanidades la licenciatura en Letras y realicé curso de posgrado allí mismo, una maestría de la que tengo una tesis en proceso que no he podido culminar.
Cómo decidiste comenzar una editorial y por qué elegiste publicar libros de escritores colonienses?
El proyecto editorial lo comencé editando libros de encuadernación artesanal con un sello llamado Perroverde ediciones. En el 2018 surgió Hurí con la edición del primer título, un libro de poesía llamado Diario del sitio de Ur de Luis Carro. Fue una decisión emparentada a la posibilidad de editar la obra de muchos autores. Algunos por inquietud nuestra, otros porque nos manifestaron su interés. El hecho de que sean de Colonia es menos una elección que la necesidad obvia que nuestro contexto ha demostrado. No hay quien haga libros aquí en Colonia; entendiendo por eso, el acompañamiento en el proceso creativo, la edición y posterior impresión. Por otro lado, qué significa que sean autores de Colonia. ¿Lo son cuando han nacido en otras ciudades del país o del extranjero pero viven acá? Ese es el caso de algunos de nuestros libros. Hay autores oriundos del departamento y otros de la región. El último libro de Hurí es de una autora de Montevideo. Sin embargo, entendemos que hay un “fondo” en nuestras publicaciones que se define a través de lo coloniense.
Cuántos libros llevan publicados? Cuéntanos un poco sobre los mismos
Once libros llevamos editados. Desde el 2018 al 2021. Siempre hemos publicado poesía, pero en medio ha aparecido una miscelánea como Trazas de Jorge Mota, una colección de cuentos de María del Huerto Aunchayna de Dolores, hasta ahora una novela como Juegos Cochinos de Florencia Roitstein, que es argentina pero vive aquí en Riachuelo hace unos años. Inauguramos una colección autobiográfica con un diario personal llamado Dos vidas de Silvia Castro Pimente (Montevideo). Y seguimos con la poesía. Está por ir a imprenta un libro de Leo Carrecelas y luego otro de Sebastián Rivero, autores de Colonia.
Cuáles son las dificultades de emprender un negocio en éste ramo?
Pienso que lo más difícil ha sido entender el trabajo de la imprenta, su funcionamiento y organización. Porque si bien luego de la edición, esa tarea industrial la delegamos; no tener la experiencia necesaria en cuanto a cómo funciona el trabajo de imprenta, ha requerido conseguir experiencia para que los mecanismos estén aceitados y el libro termine siendo lo que el editor y autor/a se imaginaban. Y la experiencia no parece cerrarse nunca. Eso es muy desafiante y exige autocrítica para estar a la altura de las circunstancias.
Otro aspecto de este ramo es la venta de los libros. Sobre todo para el público menos cautivo. Necesitan un vendedor. No alcanza con que estén solo dispuestos en un exhibidor o de forma virtual. Hay que ofrecerlos. En lo posible hablar con los interesados y darles un contexto de cada obra.
Qué consejos le darías a las personas que quieren dedicarse a la escritura?
Más que consejos, serían sugerencias. Habría muchas y conocidísimas. Pero me voy a quedar con la que creo fundamental. Para escribir es necesario aprender a leer. Aprender a entender cómo es que está escrito el texto de otro nos ayuda a escribir el nuestro.
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